Este itinerario circular tiene como punto y final la localidad de Graus. Son aproximadamente 6 km, con 200 metros de desnivel y aproximadamente 2 horas de recorrido, pasando por áreas de especial valor natural y ornitológico y accediendo a una antigua ermita románica de origen desconocido.
Utilizando las marcas del sendero PR-HU 211 que parten desde la plaza de San Miguel, nos dirigiremos hasta la cercana fuente del Torroc. Desde allí la ruta avanza por el camino tradicional que sube hacia la ermita de San Pedro. Sobrepasada la Piedra Plana, lugar donde los romeros que volvían de la ermita hacían una parada antes de regresar a Graus para almorzar y bailar, nos desviaremos hasta alcanzar el punto más elevado de la ruta, el mirador de Las Planas. Estupendas vistas sobre el llano de Graus y el final del valle del Isábena nos muestran también un amplio horizonte de montañas pirenaicas como Cotiella, la sierra de Sis o el Turbón. El hábitat más significativo de este tramo de la ruta son los campos de cultivo abandonados. En esta zona podremos encontrarnos aves como la cogujada montesina o la abubilla y otras con gran capacidad de adaptación como los mirlos o las chovas piquirrojas.
Desde ese momento la ruta se adentra en el pinar de La Ubaga, por el que se dibuja el milenario camino que lleva hasta la escondida ermita románica de San Miguel o de los Templarios. Este tramo intermedio de la ruta atraviesa un bosque de pinos silvestres de repoblación donde encontramos también algunos robles y arces de Montpellier y un sotobosque formado por boj, que por momentos constituye una densa trama de vegetación. En esta zona habitan pequeñas aves como petirrojos, carboneros, herrerillos o mitos, también picapinos y tórtolas turcas, y alguna rapaz como el gavilán. La ermita de los Templarios, relacionada con la enigmática Orden, es una construcción románica en ruinas orientada litúrgicamente hacia el este con nave rectangular y cabecera semicircular, toda realizada con piedras sillares de gran tamaño.
El regreso lo haremos por el tramo de GR-1 “Sendero Histórico” que desde el despoblado de Grustán desciende hacia Graus, entre campos de cultivo, hasta alcanzar la carretera junto a las instalaciones del camping, ya en el núcleo urbano. Estamos en la transición entre la solana y, frente a nosotros, el pinar de la umbría donde se localiza la ermita. En el roquedo de cotas superiores anidan diversas aves rupícolas y es fácil observar el vuelo de los buitres. En este último tramo, con más presencia humana, se avistan palomas torcaces, estorninos, aviones, gorriones, cernícalos y, con un poco de suerte, alguna rapaz nocturna, como el autillo o la lechuza común.



