El campanario es de torre cuadrada, con una cubierta de los llamados sombrero de bruja.
Está situado en lo alto de una colina sobre la llanura de Esterri d’Àneu, dominando las dos vías de paso naturales de los ríos Noguera Pallaresa y Bonaigua.
Conocido como Pontarrón, Puente de la Magdalena, de la Cruz o de Abajo.
Tanto al interior como al exterior destaca su sobriedad decorativa.
El castillo-abadía de Montearagón, símbolo para la población de Quicena.
Su origen a la época medieval pero en el s. XVIII todo se transformaría.
Es un azud, una presa hecha en los ríos a fin de tomar agua para regar y para otros usos.
En torno a estos pozos transcurría la vida en muchos pueblos del sur del Somontano.
Se construyeron cuatro garitones, abiertos a los cuatro puntos cardinales, para conjurar o esconjurar las tormentas.
La ermita se halla dentro del conjunto defensivo que constituye el castillo de Mascún.
Todo el perímetro del edificio original fue recrecido en ladrillo en el siglo XVII.
