Ramiro I de Aragón (1006/7 – 1063) fue el primer rey de Aragón y su reinado duró desde el año 1035 hasta el 1063.
Hijo de Sancho III de Pamplona y de Sancha de Aibar, fue el primogénito, pero no era legítimo. Tras la muerte de su padre, sus dominios fueron repartidos ente sus 4 hijos. García Sánchez recibió Navarra, Fernando Sánchez el condado de Castilla, Gonzalo, Ribagorza y Sobrarbe, y Ramiro los dominios del antiguo condado de Aragón. A la muerte de su hermano Gonzalo en 1043 ó 1045, Ramiro se anexionó los condados de Sobrarbe y Ribagorza, creando de esta forma el nuevo reino.
Contrajo matrimonio con Ermesinda, una hija de Bernardo Roger de Foix. De este enlace se forjó una alianza entre el reino aragonés y el condado ultrapirenaico que se prolongaría durante varios siglos. Con ella tuvo a Sancho Ramírez que fue su sucesor en la corona.
Conquistó, aliado con Mir de Tost y el Conde de Urgel, los castillos de Laguarres, Lascuarre, Falces, Luzás, Viacamp y Benabarre, e intentó la toma de la poderosa fortaleza de Graus, donde murió en el transcurso de esta operación bélica, conocida como la batalla de Graus.
Ramiro I intentó tomar la poderosa fortaleza de Graus al rey de la taifa de Zaragoza Al-Muqtadir. El rey musulmán contaba con la ayuda de la mesnada del aún infante Sancho II de Castilla en cuyo ejército figuraba un joven Rodrigo Díaz de Viva, El Cid Campeador. Cuando parecía que el bando aragonés iba a ganar la contienda, un soldado árabe llamado Sadada logró acercarse a Ramiro clavándole una lanza en la frente, causándole la muerte ante las puertas de Graus el 8 de mayo de 1063.
Su hijo Sancho Ramírez se apoderó finalmente de Graus en 1083, progresando hacia Barbastro, y mandó repoblar la zona donándolo al Monasterio de San Victorián, en Sobrarbe.
