En torno al 11.500 BP se produjo un cambio climático. El fin de las grandes glaciaciones trajo consigo un clima más benigno favoreció toda una serie de cambios en las formas de subsistencia de los grupos humanos, que dejaron de depender exclusivamente de la caza y la recolección para progresivamente controlar la producción de los recursos a través de la agricultura y la ganadería.
En este periodo se desarrolló la tradición artística que conocemos como arte Levantino, el cual se distribuye a lo largo de la fachada mediterránea de la península Ibérica y está presente en el entorno del Río Vero. Se trata de un arte figurativo y de carácter narrativo. Se representaron escenas en las que los protagonistas absolutos son figuras de personas y animales, que nos permiten asomarnos a las formas de vida de sus autores. Es también un arte al aire libre, pues se localiza en abrigos poco profundos.
En los cañones del Vero se conocen siete abrigos con este tipo de arte, Arpán L, Regacens, Labarta, Chimiachas, Litonares, Muriecho y el abrigo del barranco de Fornocal.






