Ribagorza es una tierra rica en cada una de las etapas que forman su historia. Encontramos restos fósiles de dinosaurios en Arén, estructuras megalíticas en Merli o Cornudella, una ciudad romana en La Puebla de Castro e infinidad de restos medievales. Todos ellos constatan la importancia que ha tenido este territorio a lo largo de la historia.
Pero si hay una etapa histórica que caracteriza nuestra comarca, es sin duda la edad media. Una tierra forjada por la conquista de los territorios musulmanes por parte de los reinos cristianos.
De esa época encontramos infinidad de restos arquitectónicos como el castillo de Estopiñán o de Benabarre, torres defensivas como las de Fantova, Viacamp o Perarrúa, y pueblos en los que parece haberse detenido el tiempo como Roda de Isábena o Montañana.
Pero la ordenación del territorio en la edad media, no se entendería sin la importancia de la iglesia, y más particularmente de los monasterios de Urnella, Obarra y Alaón.
El monasterio de los Santos Justo y Pastor de Urmella (en el municipio de Bisaurri) se encuentra documentado en el 1003, aunque es probable que date de fechas anteriores. En el 1044 fue anexionado al monasterio de San Beturian (san Victorian) y dependió de él hasta 1571, cuando el priorato fue asignado a la Diócesis de Barbastro, para poco después volver a la órbita de San Victorian. El estado actual del edificio, requiere una intervención inmediata si no queremos perder uno de los edificios más emblemáticos de la historia de Ribagorza. El monasterio fue declarado Bien de Interés Cultural.
Otro de los monasterios que más caracterizan a Ribagorza, es el monasterio de Santa María de Alaón. Fue construido en el s.XII sobre los cánones del románico lombardo, sobre un monasterio de origen visigótico. El monasterio estaba formado por el claustro, las dependencias monacales, la iglesia y la sala capitular. Unas recientes excavaciones arqueológicas has sacado a la luz los restos del claustro y las dependencias monásticas. El monasterio de Alaón fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2004.
Pero sin duda alguna, si hay un monasterio en Ribagorza que recibe infinidad de visitas por su emplazamiento y su importancia histórica y artística (sin menospreciar los dos anteriores), este es el Monasterio de Santa María de Obarra. Un monasterio que existía al menos desde el s.IX y donde encontramos su primera mención documental en el año 871. Tuvo un importante protagonismo en la historia ribagorzana entre los siglos IX y XI. Su principal edificio es la iglesia de Santa María, de estilo románico lombardo. El monasterio fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931, lo que ha permitido su conservación.




