El pueblo de Ayerbe cobra vida con celebraciones que entrelazan devoción y cultura. Las Fiestas de Santa Leticia en septiembre y la Romería a la Virgen de Casbas en junio marcan el pulso del calendario festivo. Pero también, coincidiendo en su mayor parte con la época invernal, tiene lugar una serie de fiestas en las que se encienden hogueras o fogueras para honrar al santo o santa correspondiente: San Pablo, Santa Bárbara o Santa Lucía entre otros.
Fiestas de Santa Leticia: devoción, música y fuego
Cada mes de septiembre, en torno al día 9, Ayerbe se engalana para celebrar a su patrona Santa Leticia, en una de las fiestas más queridas y concurridas de la comarca. Esta festividad, documentada desde 1549, aúna la devoción religiosa con un ambiente festivo que inunda las calles durante varios días. En dicha fecha la reliquia de la cabeza de Santa Leticia fue trasladada a Ayerbe, siendo proclamada patrona de la localidad, sustituyendo a Santa Bárbara.
Es considerada la fiesta mayor de Ayerbe. Sus actos y actividades principales giran en torno a la procesión de la imagen de la santa, comparsa de gigantes y cabezudos, charangas y toros de fuego, entre otros.
El día de Santa Leticia la procesión solemne recorre el casco antiguo, donde la imagen de la santa es acompañada por autoridades, vecinos con trajes tradicionales, músicos y una multitud emocionada. Uno de los actos más simbólicos es la bendición de las uvas y la albahaca, elementos que evocan la relación del pueblo con la tierra, los ciclos agrícolas y la gratitud por los frutos del campo.
Pero si algo distingue a estas fiestas es su capacidad para implicar a todos. A lo largo de varios días, el pueblo se llena de pasacalles, dianas, concursos, comidas populares, campeonatos deportivos, verbenas, jotas y juegos para niños.
La presencia de los gigantes y cabezudos con sus danzas ha tenido tradicionalmente un destacado protagonismo. Por su carácter festivo y social, forma parte de la magia que envuelve los días de la fiesta de la localidad de Ayerbe. La destreza de los porteadores compartiendo ritmo y movimientos, la improvisación e inspiración junto a la agilidad y elegancia deleita a niños y mayores.
Uno de los momentos más esperados de la noche es el espectáculo del toro de fuego, una estructura metálica con fuegos artificiales que recorre las calles de noche, provocando carreras y risas entre los más valientes.
Otro momento importante dentro de la festividad de Santa Leticia es la elaboración de la tradicional caldereta. Los ayerbenses salen a la calle en grupo de familias, amigos o vecinos rasera y sartén en mano para cocinar este típico guiso de carne de cordero y patata preparado con aceite, cebolla, ajos, agua y sal. Las calles y plazas de Ayerbe se llenan de pequeñas hogueras y sartenes donde cada grupo elabora su caldereta compartiéndola con todo aquel que quiera probarla.
Fiesta de San Pablo: vestigio de las tradiciones de invierno
Cada último domingo de enero, Ayerbe conmemora su romería más antigua aún vigente: la Fiesta en honor a la Conversión de San Pablo. Es considerada la fiesta de invierno de Ayerbe por excelencia. Tradicionalmente se escuchaba frecuentemente decir “Biba San Pablo con a bota y o jarro” a modo de frase de celebración.
Esta celebración combina elementos de tradición popular, religión y encuentro popular.
Sus orígenes se remontan al siglo XVII. El relato tradicional cuenta que San Pablo estaba “borracho y camino de Zaragoza” cuando cayó dormido en el campo, en el lugar de su descanso se levantó la ermita que hoy lleva su nombre.
La celebración arranca la víspera de la fiesta, cuando en la hoguera se asan patatas mientras se comparte vino para hacer frente al frío. Más tarde, la música toma el relevo y anima la noche con un ambiente festivo que se prolonga hasta altas horas.
El domingo, los vecinos y visitantes se dirigen hasta la ermita de San Pablo, a unos 4 km del pueblo, sobre un cerro en la partida de Bardanés. Allí se celebra una emotiva misa en honor al patrón, seguida del tradicional almuerzo junto a la ermita. Familias y amigos se reúnen para compartir comida y animación.
Romería de la Virgen de Casbas: fe, naturaleza y comunidad
Cada primer domingo de junio, Ayerbe se traslada a un entorno natural cargado de historia y espiritualidad: el santuario de la Virgen de Casbas. Esta romería, que se celebra desde 1640, conmemora un hecho milagroso: la llegada de lluvias tras una rogativa durante una sequía extrema. Desde entonces, los vecinos regresan cada año para agradecer y renovar su promesa.
La festividad comienza los dos días previos con diferentes actividades para jóvenes y mayores además de la verbena popular la noche anterior a la romería. El domingo por la mañana, los romeros se encaminan hacia el santuario. Allí tiene lugar la tradicional recepción de cruces y la solemne misa. Tras ella se realiza el reparto de torta y vino.
Anteriormente se acudía en carrozas que cada grupo de amigos o cuadrillas preparaba y adornaba con flores para trasladarse hasta allí. En sus inmediaciones la gente almorzaba y compartían las botas de vino hasta que poco antes de comenzar la misa llegaban las banderas identificativas de los pueblos vecinos con la representación de sus ayuntamientos. Tras los saludos de rigor y ya completa la comitiva oficial, se ascendía la escalinata hacia la ermita precedidos por los estandartes donde se comenzaría el oficio de la misa.
El santuario, enclavado en un paraje de gran belleza, es una joya del barroco aragonés, conocido como la “Capilla Sixtina del Alto Aragón” por la riqueza de su decoración pictórica. Declarado Bien de Interés Cultural, no solo es un lugar de culto, sino también de memoria colectiva.
