Este lugar es un conjunto de edificaciones y equipamientos: la ermita, el casón, el cementerio y el parque. El templo debe su nombre a la tradición que cuenta que la Virgen se apareció entre viñas en plena Reconquista cristiana. Este milagroso hallazgo fue el impulso definitivo para lograr una arrolladora victoria sobre los musulmanes. En recuerdo de este prodigioso hecho se celebra La Morisma.
La cabecera y parte de las paredes laterales de la ermita de Viñero están decoradas con coloridos frescos. A finales del siglo XX se encargó la restauración de las mismas al artista alemán Gerard Klaas. Numerosos símbolos de origen bíblico y profundo simbolismo, ornan sus muros: la luna, el sol, el ciprés, el rosal, el espejo, la torre…
El casón es un espacio polivalente de libre uso para particulares donde pueden llevarse a cabo reuniones y actividades de todo tipo.
El parque cuenta con una variedad de especies botánicas señalizadas, algunas de las cuales forman parte de la Ruta de los Árboles Singulares del municipio de El Grado.

