Un diálogo entre el pasado y el presente: Hugo Casanova retrata Ayerbe en el mural de la primera residencia artística de Patrim 4.0

El artista Hugo Casanova firma la obra “Lo humano del paisaje”, un mural que se puede disfrutar en el Espacio Brizna. Aquí nos cuenta cómo ha sido el proceso de creación y las técnicas utilizadas.

Ayerbe, 25 de septiembre de 2025. Lo que más llamó la atención a Hugo Casanova (Zaragoza, 1981) al llegar a Ayerbe para comenzar una de las residencias artísticas de PATRIM 4.0 fue la presencia constante de bicicletas en sus calles. Ya no solo le sorprendía la enorme concentración de bicis aparcadas en la puerta de la piscina en verano, sino que muchas de las fotografías antiguas que iba recibiendo para inspirar el mural también mostraban a muchas personas con ellas. Quizá los ayerbenses no fueran conscientes de que su medio de transporte favorito es también un símbolo compartido entre generaciones y que les une a su territorio. “Lo humano del paisaje” (título del mural ubicado en Espacio Brizna) es precisamente lo que Hugo Casanova ha querido plasmar en su obra, una creación que desde su presentación oficial el pasado 4 de septiembre ya forma parte del patrimonio artístico de Ayerbe.

Hugo Casanova fue el seleccionado para la primera residencia artística de PATRIM 4.0. Cuenta con una amplia trayectoria pintando grandes murales y, especialmente importante para este proyecto, tiene experiencia en entornos rurales. En su cuenta de Instagram (@hugo.elhugo) se puede disfrutar de muchos de los lienzos que ha creado para diferentes pueblos. Casanova llegó a Ayerbe a principios de agosto y su trabajo creativo comenzó con un taller participativo en el que vecinos y vecinas compartieron materiales fotográficos y vivencias que han servido como base para el mural. Hablamos con él unos días después, cuando el concepto de la obra ya estaba definido y se encontraba manos a la obra.


¿Cómo ha sido la llegada a Ayerbe y el inicio de tu trabajo creativo?

Así como otras veces el proyecto antes de llegar al sitio ya está casi armado, en este caso puedo decir que lo estoy haciendo un poco sobre la marcha. Lo primero ha sido conocer el sitio, pasear, explorar a través del archivo fotográfico, ver qué imaginario puedo rescatar, qué es lo que me llama la atención y también estar presente, observar la actitud de la gente o incluso la naturaleza. Así voy haciendo una especie de collage de ideas. 

También hicimos un taller el primer día que fue una buena toma de contacto. Expliqué un poco el proceso en que me baso para hacer mis diseños y fue también un pretexto para que la gente me pudiera traer imágenes antiguas.

Taller participativo de pintura con Hugo Casanova

¿Conocías Ayerbe de antes? ¿Hubo algo que te inspirara desde el primer momento para el mural?

Sí que había estado en Ayerbe y también por la zona, en Loarre, pero no conocía el pueblo en profundidad. En el proceso de ir descubriendo el lugar, fui tomando conciencia de qué es lo que me llamaba la atención, a nivel de paisaje y también a nivel de fenómeno cultural. Hay un hábito que me sorprende bastante y es que veo muchas bicis. La piscina que tengo aquí al lado tiene tantas que me cuesta contarlas. También favorece que el terreno sea bastante plano, pero aun así no es algo que ocurra habitualmente en todos los sitios. Esto es algo que estoy plasmando en el mural porque además en algunas fotografías que he podido rescatar también se ve gente en bici.

Aunque está en proceso, ya se puede distinguir a una mujer en el mural. ¿Es la protagonista de alguna de las fotografías?

La imagen de la mujer viene de una foto que saqué a alguien del pueblo, pero es anónima en el sentido de que no es un retrato de esa persona. La foto me sirve para intuir la dirección de la luz, por ejemplo, aunque luego yo la fragmente o la descomponga. 

En el mural ya se ven también lugares del paisaje. Hay un edificio que se ve a la izquierda en ese mismo lienzo, que es parte también de una fotografía que hice yo. Es una parte muy íntima del pueblo porque no es accesible a todo el mundo, se ve desde un balcón trasero del ayuntamiento y es como un patio interior que da a la torre campanario de San Pedro. También a la derecha se ve un muro de sillería de piedra, que pertenece a una parte de un palacio antiguo que requiere un poco de restauración. Está muy codificado, pero se ve parcialmente una voluta que es la pista que indica qué parte del edificio es.

Además de mis fotografías y de las recogidas en el taller, Cristina Liesa y su equipo me facilitaron un gran archivo visual y diferentes referencias que me fueron de mucha utilidad.

¿Qué técnicas estás utilizando para el mural?

El mural está hecho con pintura plástica y pincel. Para paredes rugosas a veces conviene usar spray, pero en este caso elegí pintura plástica de alta calidad. Estoy usando colores que resisten bien la intemperie y el sol. Muchas veces los artistas usamos colores muy vivos para que el mural llame la atención de inmediato, pero esos colores terminan perdiendo intensidad. A veces al año ya se nota. Por eso en este mural he optado por colores óxido y tierra que garantizan mayor durabilidad.

Y en cuanto al diseño, primero compongo una especie de collage digitalmente en una tablet. Despliego todos los elementos fotográficos que me han llamado la atención, veo cómo una fotografía con otra puede tener alguna relación interesante, descarto muchas y luego las voy colocando en un lienzo que intento que sea lo más parecido en proporción al soporte que voy a pintar. Al utilizar tanto fotografías que hago yo como imágenes antiguas del lugar que he podido rescatar, se crea un diálogo muy bonito entre presente y pasado a través del mural.

 

¿Cómo se integra el mural con el espacio en el que se encuentra y su entorno?

El mural está en el espacio Brizna, es una zona que han organizado muy bien con pacas de paja, formando algo curioso que desde fuera me parecía al principio un laberinto, pero en realidad es un anfiteatro. También hay un pabellón y un cubículo de baños para los eventos que se celebran en este espacio. El mural está justo en el lateral de este pabellón. 


Hugo Casanova cuenta con amplia experiencia conectando su arte con el mundo rural. Para él, los murales tienen un impacto en la comunidad porque “subrayan hechos cotidianos, destacan elementos culturales y, especialmente para las personas mayores, evocan la infancia y los hábitos que se han perdido”. Destaca lo mágico que resulta ver cómo sus murales que enfatizan esos detalles propios del lugar y de la vida cotidiana se van integrando con el paso del tiempo en el pueblo: “Las primeras semanas sorprenden mucho, luego la gente se acostumbra a verlos y terminan siendo un elemento más del paisaje del pueblo”.

Su trabajo, explica, es “muy monotarea”. Cada vez que pinta un mural como el de Ayerbe, Casanova realiza una inmersión en el pueblo que le permite descubrirlo mejor, concentrarse plenamente en la tarea y le obliga a no extralimitarse en horas de trabajo. Del mismo modo, al dedicar tanto tiempo seguido a un mismo pueblo, le gusta sentir el interés de sus habitantes. En Ayerbe dice que ha notado la curiosidad de la gente y es algo que agradece mucho. “Al final, esto permite sentir que formas parte del patrimonio y la historia del pueblo. Incluso con el síndrome del impostor que a todos nos pasa, uno se siente valorado al ver la satisfacción de la gente”, cuenta el artista.

La residencia artística de Hugo Casanova en Ayerbe es la primera de las cuatro previstas en PATRIM 4.0 en diferentes enclaves de España y Francia: Graus, Neste Barousse y Ezkio. El trabajo realizado en agosto en Ayerbe es solo el primer paso de un proceso colectivo que busca reimaginar el patrimonio y fortalecer el vínculo entre las personas y su entorno a través de la creación contemporánea.

Más sobre PATRIM 4.0

La red pirenaica de innovación y gestión creativa del patrimonio cultural PATRIM 4.0 es un proyecto que promueve la preservación y valorización del patrimonio cultural en la región de los Pirineos. A través de este proyecto, se busca fortalecer el intercambio de conocimientos y mejorar la gestión del patrimonio en los territorios transfronterizos. En esta red participan socios situados en Aragón, Cataluña, Hautes-Pyrénées (Francia), Navarra y País Vasco.

PATRIM 4.0 ha sido cofinanciado al 65% por la Unión Europea a través del Programa Interreg VI-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2021-2027). El objetivo del POCTEFA es reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza España-Francia-Andorra.

Partenariado de PATRIM 4.0

  • Ayuntamiento de Ayerbe
  • Ecomuseu de les Valls d’Àneu
  • Ayuntamiento de Graus
  • Comarca Hoya de Huesca
  • Comarca del Somontano de Barbastro
  • Comarca de Ribagorza
  • K6 Gestion Cultural SL
  • Zugarramurdiko Garapona SL
  • Commune de Beaudéan
  • Office de Tourisme de Saint-Lary
  • Communauté de Communes Neste Barousse
  • Universitat de Barcelona
  • Universitat Autònoma de Barcelona
  • Universidad del País Vasco

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