El uso del agua es algo que siempre ha acompañado al hombre. Se han construido molinos, fuentes, acequias… y pozos de hielo.
Los pozos de hielo son unas construcciones que se hacen en lugares umbríos y que se utilizaban para el almacenaje de hielo. Podríamos decir, que eran las neveras de la época, ya que tenemos las primeras constancias de ellas de la época mesopotámica y han existido hasta que prácticamente las viviendas dispusieron de sus propias neveras.
La provincia de Huesca es rica en este patrimonio, y en la comarca de Ribagorza, disponemos de muchos ejemplos de estas infraestructuras. Algunos de ellos están prácticamente desaparecidos, como los de Merli, y otros han sido restaurados y son visitables, como el de Benabarre. Pero encontramos también en La Puebla de Castro, Perarrúa, Graus, Tolva, Lascuarre, Sopeira.. unos con mejor conservación que otros.
Los pozos de hielo o neveros servían para mantener la nieve prensada en su interior, separadas en diferentes capas por paja o ramas. Esta nieve, convertida en hielo, durante los meses más cálidos, era distribuida por el territorio. Esta distribución solían hacerla de noche para conservar mejor el hielo de las temperaturas exteriores y el principal fin de esta distribución era el de mantener los alimentos. Desde mediados del s.XIX este oficio, y por consiguiente los pozos de hielo, fueron desapareciendo de manera gradual a medida que las fábricas de hielo se fueron implantando.
El Boletín Oficial de Aragón del día 10 de agosto de 2021 publica el Decreto 121/2021, de 29 de julio, del Gobierno de Aragón, por el que se declaran los bienes denominados Neveras y Pozos de Hielo en Aragón: La arquitectura del hielo en Aragón, que se relacionan, como Bienes de Interés Cultural en la categoría de Monumento.




